martes, 24 de marzo de 2020

Estudiamos las funciones de relación en las plantas

Hay personas que aún no ven a las plantas como seres vivos capaces de llevar a cabo las tres funciones vitales. Creen que, porque las plantas no tengan sistema nervioso, no son capaces de elaborar respuestas ante los cambios que hay en el ambiente que las rodea, o incluso en su interior. 
En esto consiste precisamente la función de relación en las plantas, en la capacidad que tienen de responder ante estímulos; los más importantes son la luz, la temperatura, la gravedad y la humedad. Y las respuestas más frecuentes son los movimientos o los cambios estacionales. 
Los movimientos pueden ser rápidos, de corta duración; se denominan nastias. Como os decía en la entrada anterior, pueden ser movimientos apreciables frente a la luz como los que presentan los girasoles, cuyas flores, como sabéis, van cambiando de posición a lo largo del día. Y alguno de vosotros en clase me ha preguntado en alguna ocasión por las plantas carnívoras, esas que se cierran cuando atraen a un insecto y se deposita sobre ellas.
En otros casos los movimientos son lentos, aunque permanentes. Es el caso del crecimiento de las plantas hacia la luz o el crecimiento de las raíces hacia zonas húmedas o buscando la profundidad.
Pero también las plantas con capaces de medir el tiempo. ¿Quién les dice que deben florecer en primavera a la mayoría de ellas? ¿Y a otras que lo deben hacer en otoño? Pues la duración de los días; hay plantas que necesitan un número elevado de horas de luz, mientras que con otras sucede lo contrario.
Pues bien ¿podemos, en estos días en los que debemos estar en nuestras casa, estudiar las funciones de relación? Pues claro. Pero ante todo, ¿cómo lleváis el experimento que os propuse? Si todo va bien, ya deben haber germinado vuestras semillas y habréis comprobado como las raicillas se dirigen hacia abajo (geotropismo positivo, es como si la Tierra tirara de ellas) y los tallitos hacia arriba (geotropismo negativa, crecen en contra de la gravedad).
Pero podemos preparar un nuevo experimento para ver el papel de la luz en el crecimiento de las plantas. Ahora vamos a cultivar lentejas; muchos de vosotros ya sabéis el procedimiento pues lo habéis desarrollado en el proyecto de biología. Tomáis un recipiente a reciclar, añadís papel de cocina y sembráis unas lentejas. Lo regáis y dejáis que germinen. A continuación introducís vuestras pequeñas macetas en una caja a la que le habéis abierto un agujero en un lateral. Dejáis que sigan creciendo y comentamos los resultados. Como os decía, unas fotos de nuestros resultados serán bienvenidas a este blog, por supuesto diciendo quiénes las habéis hecho. 
Otro experimento. Si ya habéis conseguido que vuestras plantas de la semana pasada hayan germinado y veis cómo van creciendo, tumbad el bote con mucho cuidado de que no se derrame agua y dejad que la planta siga creciendo. ¿Habrá algún cambio dentro de unos días?
Y hay más cosas que podéis hacer. ¿Tenéis en vuestras casas macetas de interior? Observad estas plantas y ver si su crecimiento se dirige hacia alguna ventana. Comentad estas ideas con vuestros padres a ver si ellos se han dado cuenta de esto.
Y ya sabéis, espero vuestros resultados como comentarios en este blog. Y también vuestras propuestas de experimentos. Os recuerdo que para cualquier consulta o para que me enviéis las actividades mi correo electrónico es: aquesada@ieszaidinvergeles.org. 
Cuidaos mucho.

1 comentario:

  1. Vicente Maroto Padial
    Hola profe,
    te mando por correo electrónico la foto de una planta que tenemos en la cocina de mi casa y que siempre las hojas se van hacia la luz de la ventana porque está escondida detras de un mueble y no tiene mucha luz.

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