Todo surgió en una clase en la que le contaba a mis jovencitos de primero de ESO qué requisitos debía tener un objeto para ser considerado planeta. Como no podía ser de otra manera, la cosa derivó a Plutón y se generó un interesantísimo debate en la clase. Se llegó hasta hacer una votación en la que una mayoría se manifestó a favor de que Plutón dejase de ser considerado planeta enano. Tan bien fue la cosa que se me ocurrió decirle a mis jovencitos de doce años que si me preparaban un acta de la sesión y era correcta se la enviaba al Instituto de Astrofísica de Andalucía. Y a la mañana siguiente me la presentaron. Y más correcta y formal no podía ser. No me quedó más remedio que cumplir mi promesa.
La respuesta del IAA no pudo ser mejor y esta mañana se ha juzgado a Plutón, sí, como lo leen, a Plutón, en el instituto. Un juez -Emilio García-, la fiscal Astrónoma feliz -Sara Cazzoli- y el abogado defensor, el Astrónomo Indignado -Manuel González- han traído a un Plutón -por cierto, nada enano- custodiado por dos seguratas para someterlo al juicio de nuestros estudiantes, que han actuado como testigos. La representación no ha podido ser más espectacular. Mucha ciencia, más de la que se puede creer, y mucha diversión.
En el Iaa Comunicación son geniales, únicos para mezclar ciencia y espectáculo. Y el papel de los jóvenes testigos, magnífico; han defendido con muchísimo rigor sus argumentos, bien a favor o en contra de que Plutón sea un planeta enano. Al final una nueva votación, ahora con un resultado más reñido, aunque en nuestro jurado popular una mayoría se ha seguido manifestado a favor de que Plutón vuelva a ser lo que fue, un planeta con todos sus derechos. Mucho temo que con mis chiquillos la cosa no va a quedar aquí.
¡MARAVILLOSO!
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