Mediante las funciones de relación, los animales son capaces de captar estímulos tanto del medio como de su interior y de elaborar respuestas antes los mismos. Para ello son necesarios órganos sensoriales que capten la información, sistemas de coordinación que la procesen y órganos efectores que ejecuten las respuestas.
Los órganos de los sentidos captan la información y a través de los nervios la envían al cerebro, que será quién coordine la respuesta. Los receptores pueden ser de varios tipos:
Los fotorreceptores captan la luz del entorno. Se encuentran en los ojos, que pueden ser simples como los presentes en las arañas, compuestos como los que presentan los insectos u ojos camerales, como los de los cefalópodos o los vertebrados.
Los mecanorreceptores captan movimientos como vibraciones, fuerzas, movimientos, etc. Ejemplos son nuestros oídos, los órganos del equilibrio que hay en su interior o la línea lateral de los peces.
Existen quimiorreceptores, capaces de reaccionar ante sustancias solubles en el agua o en el aire. Son responsables del olor y del gusto.
La información captada por los órganos de los sentidos llega al sistema nervioso, donde es procesada para elaborar las respuestas. La unidad básica del sistema nervioso es la neurona. Las neuronas son células de forma estrellada, con dos tipos de prolongaciones; unas, las dendritas, son finas, cortas y numerosas y por ellas llega la información; la otra, el axón, es única y larga, y por ella sale la información. El sistema nervioso puede ser tan simple como una red formada por varias neuronas o tan complejo como el de los seres humanos, con el cerebro, la médula espinal, los nervios y los ganglios nerviosos.
En otros casos, la respuesta se lleva a cabo mediante la secreción de hormonas. Esta es la función del sistema endrocrino. Consta de una serie de glándulas que producen sustancias químicas que viajan por la sangre y actúan sobre otros tejidos. Estas sustancias son las hormonas. A diferencia de la respuesta nerviosa, las hormonas actúan lentamente dando lugar a respuestas más duraderas en el tiempo. Regulan procesos como la metamorfosis o los ciclos reproductores.
Las respuestas que elabora el sistema nervioso también se dirigen al aparato locomotor, donde gracias a los músculos y el esqueleto (exo o endoesqueleto) es posible el movimiento.
En la siguiente sopa de letras están los términos destacados en negrita en el texto, aunque ¡están en inglés!. Localízalos y tendrás vergeles.
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